Descubre para qué sirve el colágeno

Descubre para qué sirve el colágeno

Sin ninguna duda, con poquito que te hayas interesado por el cuidado facial, habrás escuchado la palabra COLÁGENO cientos de veces, o incluso la habrás visto escrita en los ingredientes de diversos cosméticos.

A pesar de todo, es posible que tengas muchas preguntas acerca de su misión e importancia en nuestro cuerpo. Pero no te preocupes, porque en este artículo vamos a resolver todas tus dudas acerca de este compuesto.

Lo primero que debes saber, grosso modo, es que se trata de una proteína esencial que encontramos en el organismo y que, entre otras muchas funciones, se encarga de mantener el buen estado de la piel, así como la juventud de la misma.

Por tanto, su cuidado es vital para que nuestra dermis se mantenga siempre sana.

¿El problema? Que con los años los niveles de colágeno disminuyen de manera natural.

Por eso es especialmente importante que a partir de los 40 tomemos una serie de medidas para evitar que este hecho no tenga efectos nefastos como la pérdida de elasticidad y la consecuente aparición de arrugas.

Si quieres saber cuáles, ¡solo tienes que seguir leyendo!

Conocimientos básicos sobre el colágeno

En esta introducción para principiantes intentaré que te queden claros los conceptos generales que debes manejar sobre este componente, para que alcances a entender la relevancia que tiene en nuestro organismo y los motivos por los que es importante, de manera que cuando escuches hablar sobre el colágeno, seas toda una experta.

¿Para qué funciona?

Como ya hemos adelantado, se trata de una proteína que produce el propio cuerpo de forma natural.

Y su misión en el mismo es realmente importante, ya que se ocupa de mantener unidos los tejidos -desde los músculos hasta los huesos, pasando por cartílagos, piel y ligamentos- y también se encarga de que estén siempre en buen estado, pues evita que se deterioren por el esfuerzo o el paso del tiempo.

Vamos, que podríamos decir que se trata de un pegamento natural, como nos indica su propio nombre, pues colágeno deriva de la palabra griega kólla, que significa, literalmente, pegamento.

En resumen, podemos afirmar que entre sus tareas principales se encuentran las de conservar la hidratación, elasticidad y firmeza de los tejidos conectivos.

Pero, ¿cómo lo consigue? Evidentemente, gracias a los componentes que la forman.

En este caso nos referimos a los fibroblastos, que actúan mediante la combinación con otras sustancias (generalmente minerales o elastina), de manera que se adaptan para ser más eficaces en unas zonas u otras.

En el caso de la piel, funciona creando una matriz extracelular, que es la especie de red que estructura la dermis de todo nuestro cuerpo.

Por este motivo el colágeno conforma un 8% del total de nuestra masa corporal, de manera que sin ninguna duda es un elemento indispensable sin el cual nada sería lo mismo.

De esta manera, seguro que entiendes que su ausencia pueda causarnos problemas de elasticidad, pero también inconvenientes más graves como dolores musculares o incluso artrosis.

Es decir, que es importante evitar su pérdida y tomar precauciones antes de que esto suceda.

El problema es que a partir de los 25 años, perdemos un 1% de su producción cada año, de manera que a los 50 ya tendremos la mitad del que había en nuestro organismo durante la juventud.

Como consecuencia, la piel pierde flexibilidad y muestra un aspecto rugoso, deslucido, flácido y apagado.

Pero, aunque se trate de un proceso natural, no te preocupes, porque hay maneras de hacerle frente.

Distintos tipos de colágeno que podemos encontrar

Debido a que es un componente tan esencial como abundante, encontramos distintas subdivisiones, pequeñas categorías relacionadas con la especialización de esta proteína.

Por tanto, podemos englobarlo en cinco grandes grupos dependiendo de la función que cumplan.

Como ya hemos mencionado, su manera de actuar está relacionada con cómo se combine, de manera que esta mezcla es también la que define las siguientes categorías.

  1. En la primera encontramos aquellos encargados de aportar resistencia y elasticidad a los tejidos.
  2. En la segunda, las que ofrecen resistencia, de manera que no se rompan tras sufrir una presión externa.
  3. Por su parte, la tercera engloba al colágeno capaz de mejorar la expansión y contracción de los tejidos, para evitar daños en los mismos.
  4. La cuarta se ocupa de sostener los tejidos; es decir, que es la que está relacionada más directamente con el estado óptimo de la piel.
  5. Y, la quinta, abarca la función de mejorar la resistencia, en concreto la del interior de nuestro organismo.

El efecto que tiene el colágeno en la piel

Es cierto que el colágeno cumple cientos de funciones en el interior de nuestro organismo, pero una de las más importantes es la que tiene que ver con el cuidado de la piel.

Además, es la que podemos controlar de manera más activa, de forma que consigamos un cutis cuidado y rejuvenecido. Por eso, vamos a ver mejor cómo funciona.

¿Cómo actúa en la dermis exactamente? Como ya hemos dicho, esta proteína se ocupa de unir los tejidos, pero también hace que la dermis se mantenga elástica y, por tanto, no se rompa, quede colgando o se llene de los pliegues que evitarán que presente un aspecto liso y uniforme.

De esta manera podemos asegurar que su misión fundamental es la de hacer que los tejidos conectivos se mantengan firmes -de modo que la piel no quede colgando y sin brillo- y flexibles -lo cual evita que se rompa y, sí, que salgan arrugas-.

Por tanto, es importante que tomas una serie de precauciones para evitar que sus niveles disminuyan y, también, para restaurar todo aquel colágeno que ya hayamos perdido.

¿De qué maneras podemos aplicarlo?

La mejor forma de evitar que la piel pierda elasticidad es a través del colágeno hidrolizado, el método más empleado en estos momentos en la industria cosmética.

Pero, ¿a qué nos referimos? A que la molécula de colágeno ha sido tratada de manera que pueda ser absorbida con facilidad con el cuerpo -porque, sin pasar por este proceso, resultaría demasiado pesada- y, por tanto, sea mucho más eficaz.

Además, el colágeno sintético es el creado en laboratorios especializados a través de complejos procesos químicos, que logran alterar sus propiedades y diferenciarlas de las del natural (al que también nos podemos referir como soluble).

Por su parte, el liofilizado se crea al ser manipulado a temperaturas bajo cero.

Por supuesto, también existen opciones naturales, aunque no son aptas para vegetarianos, pues el marino proviene de los peces y el porcino se extrae del cartílago de los cerdos, fundamentalmente.

Y estos son dos de los más empleados en la cosmética.

Dentro de este mundo, están las cremas tradicionales y los sérums, especialmente, aunque también otros productos derivados como mascarillas o tratamientos que implican pasar por quirófano.

En el otro lado encontramos la alternativa de ingerir el colágeno para que actúe directamente desde el interior del cuerpo.

Así que, en los próximos párrafos, veremos estas distintas opciones.

Cremas y sérums con colágeno

Para empezar, lo mejor es hacerlo hablando del que seguramente sea el método que presenta menos complicaciones a la hora de ponerlo en marcha.

Y es que la cosmética ha avanzado tanto en los últimos años, que cuidar la piel nunca había sido tan fácil y potente a la vez.

Lo único que tienes que tener en cuenta son las especificaciones del producto en cuestión.

Asegúrate de que se adecúa a las características de tu dermis: si tiene exceso de sebo, si cuenta con problemas de sequedad, etc.

Y también a tu edad, pues no vas a necesitar los mismos cuidados a los 20, cuando el colágeno todavía se produce con normalidad- que a los 60, cuando su presencia ya ha disminuido drásticamente.

Lo ideal sería utilizar un buen sérum al comienzo de tu rutina y, después, aplicar una crema facial con colágeno.

Mi recomendación en este último caso es la crema de Nezeni Cosmetics, que cuenta con ingredientes naturales, es apta para todo tipo de pieles y sus resultados son magníficos.

Encima, no incluye parabenos ni irritantes ni apenas conservantes, por lo que con ella evitarás el peligroso efecto combinado.

Además, ya verás que su manera de usarlos es cómoda, por lo que te resultará súper fácil incluir estos cosméticos en tu rutina para que penetren en las capas de la piel y actúen mejorando la elasticidad e hidratación general.

Así que si quieres saber por cuál decidirte y que pautas debes seguir, solo tienes que continuar leyendo.

Los mejores consejos sobre su método de empleo

La manera que tenemos de extender un producto cosmético sobre nuestro cuerpo es esencial para aprovechar al máximo sus beneficios y obtener los mejores resultados.

Por eso, vamos a repasar los puntos clave que debes seguir para conseguir que funcionen al 100% de su capacidad.

Para empezar, lo de siempre: tener la piel de la zona a tratar bien limpia -si has utilizado un agua micelar, mejor- y seca, así el producto podrá penetrar mejor sin por el camino arrastrar la suciedad acumulada en la dermis.

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Después, extraes unas gotitas del producto y, con las yemas de los dedos, lo extiendes por el área en cuestión, ejerciendo una ligera presión para activar la circulación y mejorar la absorción.

Debes tener cuidado de no arrastrar la mano y de abarcar todos los huecos de la piel, intentando que la capa que apliques sea uniforme.

Por último, ya solo tienes que esperar a que el contenido entre en la piel, hasta que ya no quede pegajosa ni con restos de producto. Con esto, ¡ya estaría! Sencillo, ¿verdad?

En tan solo unos minutos apreciarás los resultados y habrás cuidado tu cutis como merece.

Es importante que tengas en mente que las cremas o los sérums deben aplicarse a diario y, preferiblemente, una vez por la mañana antes del maquillaje y otra por la noche, cuando vayas a irte a dormir.

De esta manera, si eres constante, apreciarás unos resultados óptimos y duraderos, que le darán a tu piel un aspecto mejorado.

Colágeno bebible

En caso de que necesites una dosis extra de colágeno y que busques unos resultados más inmediatos, lo recomendable es que acudas a la ingesta de esta proteína para mejorar sus niveles en tu organismo.

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Y no te preocupes, porque no es peligroso, pues no existen contraindicaciones asociadas a su consumo.

Es decir, que no cuenta con efectos adversos, por lo que no debes temer incluirlo en tu alimentación salvo que seas vegetariana, pues en la mayoría de los casos no podrás consumirlo debido a su procedencia de origen animal.

Pero, en definitiva, se trata de un componente que nuestro cuerpo genera de manera natural y, además, se encuentra en diversos alimentos que consumimos normalmente.

El único inconveniente es que su presencia suele ser escasa, por lo que necesitamos cuidar la cantidad que incluimos en nuestras dietas.

Su presencia natural en los alimentos

Efectivamente, existen multitud de alimentos que contienen colágeno, aunque sea en pequeñas dosis.

El problema es que su digestión es complicada debido a que esta molécula de proteína se encuentra sin hidrolizar.

¿Qué puedes hacer entonces? Optar por alimentos previamente cocinados y, además, evitar acompañar la lista que te damos a continuación de hidratos de carbono refinados (presentes en bollería y cereales sin cáscara) o azúcares de cualquier tipo.

Por el lado contrario, toma productos con colágeno junto a vegetales ricos en licopeno (como las cebollas, los pepinos, el ajo o frutas como las manzanas o las fresas), pues sirven para estimular la creación propia de colágeno del organismo.

Dicho esto, los productos que mayor porcentaje de colágeno tienen son las carnes, en especial el embutido, las rojas (como los cartílagos o tendones) y el pollo, así como las gelatinas de origen animal.

Pero además puedes encontrarlo en ciertos pescados y, más concretamente, en sus espinas.

Por este motivo es que las personas con dietas vegetarianas van a tener problema, aunque en sus casos pueden optar por la soja y los frutos secos, los únicos alimentos veganos que también la contienen en cantidades abundantes.

Suplementos alimenticios

Una buena alternativa más sencilla de controlar es la de acudir a los preparados alimenticios, suplementos ideados para aportar a tu cuerpo mayores cantidades de colágeno que, al encontrarse hidrolizado, será absorbido con mayor facilidad.

Respecto a la cantidad recomendada, la dosis ideal gira en torno a los 5 y 10 gramos. Pero, claro, tienes que ser constante para apreciar los resultados y consumirlos a diario durante los cerca de 9 meses que suelen durar estos tratamientos.

Si quieres unos resultados que se aprecien desde el primer momento, asegúrate de que el colágeno sea de procedencia marina (y sí, esto quiere decir que viene de animales, por lo que una vez más no será apto para vegetarianos).

¿El motivo? Que su composición es la que presenta más similitudes con el colágeno propio de nuestro organismo.

Y… ¿Cómo puedes encontrar estos suplementos? Muy fácil, de tres maneras distintas.

  1. Por un lado, los comprimidos y las cápsulas, que se toman de manera similar a los medicamentos: tragados acompañados de líquido (preferiblemente agua) o masticados si han sido diseñados para ello.
  2. Por otro, el colágeno en polvo granulado, que se emplea de manera similar a los cacaos solubles, pues solo tienes que diluir la cantidad indicada en algún líquido o incluso en un yogur y tomar los 10g divididos entre las tres comidas principales: desayuno, almuerzo y cena.

En cuanto a las diferencias entre unos y otros, más allá del método de empleo, su eficacia suele ser muy similar, ya que en todos los casos le aportarán una gran resistencia a los tejidos, mejorando su flexibilidad y evitando que envejezcan de manera prematura.

Por tanto, son ideales para personas maduras, en especial aquellas de más de 40 años, que ya hayan perdido colágeno y que necesiten reactivar cuanto antes su propia producción.

Por último, no te olvides de completar su ingesta con productos con alto contenido en vitamina C, pues esta es necesaria para sintetizar la proteína y, encima, como mejora la absorción de hierro, fortalece el sistema inmunológico y favorece la cicatrización, te rejuvenecerá por dentro y por fuera.

Algunos de estos productos son cítricos como la naranja o la mandarina, la coliflor o los pimientos.

Otros beneficios de estos productos

Más allá de sus múltiples ventajas a la hora de cuidar la piel y mantener unos niveles de colágeno óptimos en el organismo, tiene otros beneficios importantes para su correcto funcionamiento, como veremos a continuación.

De entrada, protege las articulaciones del roce continuo, pues ayuda a mantener la integridad del cartílago, sin el cual el movimiento sería imposible.

Por eso, alivia los dolores en esta zona, disminuye la inflamación y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades articulares degenerativas como podría ser la osteoartritis.

Esto es beneficioso tanto en personas mayores como en deportistas.

También es eficaz para los huesos, que están hechos principalmente de esta proteína, sin la cual se debilitarían e incluso perderían su estructura.

Por tanto, los suplementos de colágeno pueden prevenir la osteoporosis.

Además, es un componente necesario para que los músculos funcionen y se mantengan fuertes y sin romperse.

Por tanto, también podría mejorar la masa muscular gracias a que promueve la síntesis de proteínas como la creatina y estimula el crecimiento después de haber realizado ejercicio.

Por último, mejora sustancialmente el aspecto del cabello y de las uñas, ya que los fortalece -de manera que evita la pérdida de pelo y la rotura de las uñas- y fomenta su crecimiento.

Consejos para aumentar los niveles de colágeno

Antes de terminar, vamos a aprovechar para hacer un breve repaso a algunas pautas interesantes que seguro que te son útiles a la hora de mejorar los niveles de colágeno de tu organismo, de manera que reactives la propia producción corporal.

De entrada, es interesante que lleves un ritmo de vida saludable y que en él incluyas una correcta hidratación y una dieta variada.

Sobre todo es interesante que añadas a tu día a día vitamina C, para mejorar la producción de esta proteína, y vitamina E, que ayuda a la hora de hacer frente al fotoenvejecimiento.

En el caso concreto de la piel, debes saber que es necesario usar cremas protectoras para que no quede muy expuesta a los rayos solares (que aceleran el envejecimiento y pueden ocasionar problemas más graves), así como tener una buena rutina de limpieza que la mantenga hidratada y en perfecto estado.

Además, es interesante que la exfolies de vez en cuando, para limpiar las pieles muertas y la suciedad acumulada, de manera que se fomente la aparición de nuevas células.

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Lo recomendable es hacerlo una vez a la semana, así que resérvate un día para darte esta dosis extra de cuidado, que nunca está de más.

En resumen, esto es lo que debes saber

Ya para cerrar solo me queda decirte que espero que te haya servido este recopilatorio sobre los principales beneficios del colágeno en nuestro organismo y las maneras más interesantes de aplicarlo, sobre todo a la hora de mantener el cutis joven y sano.

Como habrás comprobado, se trata de una proteína esencial sin la que nuestro cuerpo no funcionaría de la misma manera, por lo que es importante vigilar que tengamos unos buenos niveles y tomar medidas de precaución para evitar que disminuyan.

Con unas sencillas pautas y valiéndote de alguno de los productos mencionados, no me cabe ninguna duda de que conseguirás tener tu dermis tersa, hidratada y radiante. Así que no lo dudes más y apuesta por el colágeno.

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